martes, 16 de noviembre de 2010

LA FELICIDAD..


He estado pensando en esta cosa de “ser feliz”..  y creo que la gente se pierde cuando piensa en la felicidad como “fin del camino”.

Nosotros siempre pensamos que algún día seremos felices. Ya sabes, que conseguiremos “ese coche” o “aquel trabajo” o “esa persona en nuestra vida que lo arreglara todo”. 

 
 Pero la felicidad es un estado de ánimo, es una condición. No un destino. Es como estar cansado o tener hambre. No es algo permanente.

Viene y se va..y eso esta bien.

Y siento que si la gente lo viera de esa manera, ellos encontrarían la felicidad más amenudo. Porque se darían cuanta que, al igual que el hambre o el cansancio tarde o temprano regresa con nosotros.
Solo es cuestión de esperar..

HOY PUEDO QUEJARME...

Hoy puedo quejarme porque el día esta lluvioso, o puedo dar gracias a Dios porque tenemos agua suficiente para generar la electricidad, limpiar los ríos y regar las plantas.

Hoy puedo quejarme de mi salud, o puedo regocijarme de que estoy vivo y puedo escuchar, ver, hablar, llorar, reír o moverme. 

Hoy puedo lamentarme de todo lo que mis padres no me dieron mientras estaba creciendo, o puedo sentirme agradecido de todo lo que yo mismo he logrado con mi esfuerzo. 

Hoy puedo encontrar negativo el que las rosas tengan espinas, o puedo maravillarme de que las espinas tengan rosas.

Hoy puedo autocompadecerme por no tener muchos amigos, o puedo emocionarme y embarcarme en la aventura de descubrir nuevas relaciones. 


Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a trabajar, o puedo dar gracias a Dios porque tengo un trabajo. 

Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a la escuela, o puedo abrir mi mente y llenarla con nuevos y ricos conocimientos.

Hoy puedo murmurar amargamente porque tengo que hacer las labores del hogar, o puedo sentirme honrado porque tengo un techo y compañía, cuando hay tantos que sufren en la soledad. 

Evidentemente, lo que suceda hoy dependerá de mi actitud. Yo mismo soy libre de escoger qué tipo de día voy a tener. «¿Qué tiempo cree usted que vamos a tener hoy?» -le preguntó un individuo a un pastor en el campo. «El tiempo que yo quiero» -respondió el pastor.«¿Y cómo sabe que el tiempo será cómo usted quiere?» «Verá usted, señor: cuando descubrí que no siempre puedo tener lo que quiero, aprendí a querer lo que tengo. Por eso estoy seguro de que hoy hará el tiempo que yo quiero.»

La felicidad y la desdicha dependen de cómo afrontemos los acontecimientos, y no de la naturaleza de los acontecimientos en sí. Aceptar no significa estar de acuerdo, sino comprender que tal cosa no depende de mí, para así adaptarme entonces a las circunstancias. De mí depende la actitud que asuma ante el hecho.Por ejemplo, si está lloviendo y necesito salir a la calle, ir a una fiesta o cumplir un compromiso, puedo asumir diferentes actitudes:

1. Esperar y renegar bastante hasta que escampe, puesto que voy a llegar tarde a la cita, no podré ir al paseo, tendré que ponerme otra ropa, etc.
2. Disfrutar la lluvia como lo hacen los niños: Salir, mojarme, correr, sentir la brisa y las gotas de agua correr por mi cara.3. Conseguir un paraguas o cubrirme con algo mientras paso la calle.
¡TODO ES CUESTIÓN DE ACTITUD! El renegar no soluciona nada, ni deja pensar en las posibles soluciones.
Inteligencia es la capacidad de aprender rápidamente. Competencia es la capacidad de actuar con sabiduría sobre la base de lo aprendido.